Envase primario, secundario y terciario: significado y diferencias
En la industria del embalaje, los envases tienen una función mucho más importante que proteger el producto que contienen en su interior, pues también inciden directamente en su presentación, el transporte y su comercialización final, asegurando que llegue en perfectas condiciones a su destino.
Así mismo, dentro del embalaje, la Directiva 94/62/CE de la UE establece tres categorías de envases: envase primario, secundario y terciario. Cada uno de estos envases tienen una serie de características y objetivos distintos en cuanto al tratamiento y la protección de los productos.
En Cajeando te vamos a contar el significado y las diferencias que hay entre los envases primarios, secundarios y terciarios, algo fundamental tanto para empresas de logística como para aquellas que comercializan productos.
Envase primario: la primera línea de defensa del producto
El envase primario es el más cercano al producto, estando en contacto directo con él y encargándose de protegerlo directamente, teniendo la función de principal de preservar su calidad y seguridad.
Los envases primarios son especialmente importantes en productos que requieren condiciones específicas para su conservación, como los alimentos, los medicamentos o los productos cosméticos, donde la protección contra agentes externos como la humedad, el oxígeno y la luz es fundamental.
Además, el envase primario también tiene un papel clave en la comunicación con el consumidor, ya que en muchos casos es el único que verá en el punto de venta, de ahí que también sea conocido como “envase de venta”. Por esta razón, además de proteger, debe cumplir con requisitos estéticos y de información, como el etiquetado obligatorio.
Ejemplos de envases primarios:
- Alimentos: botellas de vidrio o plástico para bebidas, latas de conservas o envases para llevar comida.
- Medicamentos: blísteres para píldoras, frascos de jarabe o tubos de pomada.
- Cosméticos: botes de cremas, de perfume o envases labiales.
- Cajas de cartón para frutas y verduras.
Envase secundario: agrupación y presentación
El envase secundario es el encargado de agrupar productos ya envasados en envases primarios para facilitar su transporte y almacenamiento. A menudo, este tipo de envase también es utilizado en la presentación de productos en los puntos de venta, ya que permite gestionar múltiples unidades de carga de forma más eficiente.
Aunque el envase secundario no está en contacto directo con el producto, sigue cumpliendo una función de protección, ya que evita que los envases primarios sufran daños durante su manipulación.
Por otro lado, este tipo de envase es crucial para las estrategias de marketing, ya que muchas veces incluye elementos de diseño que refuerzan la identidad de marca y atraen a los consumidores.
Por ejemplo, además de proteger los productos, las cajas de cartón personalizadas también son una herramienta de comunicación eficaz que refleja la calidad y el valor del mismo.
Ejemplos de envases secundarios:
- Cajas de cartón para botellas: agrupan varias botellas dentro de un mismo envase.
- Alimentos: cajas de cartón que contienen varios alimentos, como las cajas para Navidad.
- Cosméticos: cajas de cartón pequeñas que contienen diferentes frascos de perfume.
Envase terciario: optimización del transporte
El envase terciario es el que se utiliza en la fase final del transporte de productos, especialmente cuando estos deben ser transportados en grandes cantidades.
Este tipo de envase está diseñado para facilitar la logística en el almacenamiento y transporte, siendo común en centros de distribución, almacenes y fábricas. Aunque no está destinado al consumidor final, su importancia es vital para asegurar que los productos lleguen intactos a su destino.
Se trata de embalajes resistentes y de gran tamaño que permiten manejar grandes volúmenes de productos ya envasados en sus envases secundarios más pequeños, manteniéndolos agrupados.
Ejemplos de envases terciarios:
- Palets.
- Cantoneras.
- .
- Contenedores.
- Precinto y cinta adhesiva.
Diferencias clave entre las tres categorías de envase
Para comprender mejor la función de cada uno y cómo se relacionan entre sí, analizamos las principales diferencias entre el envase primario, secundario y terciario:
Función y protección
Envase primario: protege directamente el producto del exterior, asegurando que mantenga sus propiedades hasta el momento de su consumo.
Envase secundario: agrupa varios productos con envase primario para facilitar su manipulación y, en algunos casos, su exposición en los puntos de venta.
Envase terciario: optimiza el transporte y almacenamiento de productos en grandes cantidades, protegiéndolos en el trayecto desde el fabricante hasta los centros de distribución o los puntos de venta.
Visibilidad
Envase primario: es el envase que normalmente interactúa con el consumidor final y es visible en las estanterías.
Envase secundario: suele estar visible en los puntos de venta cuando agrupa varios productos, aunque a veces se retira antes de que el consumidor final lo vea.
Envase terciario: normalmente no es visible para el consumidor, ya que se utiliza principalmente en la cadena de suministro.
Materiales y resistencia
Envase primario: debe estar hecho de materiales seguros para el contacto directo con el producto, como cartón, vidrio, o aluminio.
Envase secundario: generalmente utiliza materiales como cartón, que aporta una protección adicional y facilita la distribución.
Envase terciario: suele estar fabricado con materiales resistentes como el cartón corrugado o la madera, destinados a soportar golpes y manejar grandes volúmenes de carga.
Conclusión
Con toda esta información, esperamos haber explicado las diferencias entre el envase primario, secundario y terciario, con el objetivo de resolver las dudas existentes y entender la función de cada uno.
Desde Cajeando ofrecemos soluciones de embalaje de cartón y otros materiales adaptados a cada tipo de envase para satisfacer las necesidades específicas de protección y logística de cada producto.